Hugo Cuesta
Parece una paradoja el observar que no son las personas más inteligentes o más fuertes las que logran alcanzar sus metas… o cambiar al mundo; sino las personas RESILIENTES: aquellas que aprenden a levantarse después de cada caída.
La palabra RESILIENCIA proviene del latín resalire que significa “volver a saltar”, es un concepto que se utiliza para definir la capacidad de un material para recobrar la forma original después de una presión deformadora.
Todos cometemos errores, tenemos malos días y podemos pasar por verdaderas pruebas que nos paran de frente ante los grandes retos de la existencia.
Nelson Mandela paso 27 años en prisión por luchar contra la segregación racial en su país. En 1994, se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, y trabajó para promover la reconciliación y la unidad en su país.
Malala Yousafzai: A los 15 años, fue tiroteada en la cabeza por los talibanes por defender la educación para las niñas en Pakistán. En 2014, se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz.
Viktor Frankl cayó en las garras de los campos de concentración durante más de tres años, para después revitalizar la ciencia de la psicología a través del sentido y el propósito de vida.
Resiliencia no significa sólo “sobrevivir”, “aguantar” o “dejar pasar” las grandes tribulaciones, sino levantarse de nuevo con más fuerza y construir sobre las ruinas, incluso, de nuestro dolor. Ni Nelson Mandela, ni Malala, ni Frankl hubieran logrado lo que lograron si no hubieran sufrido y crecido a través de sus grandes pruebas.
Tú y yo -en la empresa, en la familia, en nuestra vida- hemos enfrentado momentos que preferiríamos no haber vivido jamás. No los elegimos y, sin embargo, forman parte de nuestra historia personal. Si somos resilientes podemos no solamente dejar atrás estos momentos, sino crecer y ayudar a otros a crecer también.
Si en estos momentos estás en tu prisión mental o en tu momento difícil, no dudes en mantener tu integridad y el sentido de tu existencia. Quien abandona las cosas que importan cuando el entorno se vuelve difícil, termina por perderse a sí mismo.
Se habla mucho de visión, de éxito y de logros. Las personas se toman la foto cuando terminan el maratón; pero la carrera se construye durante los cientos de oscuras horas de soledad, de dolor y de caída. Allí es donde está la lucha diaria. Los logros llegan cuando somos capaces de levantarnos… una vez más.
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