La cultura del odio

 


La cultura del odio


Higo Cuesta Leaño

Noviembre 2023

Basta leer las noticias o navegar por Twitter para percibir el odio que permea en el mundo. Pareciera que hemos decidido conjugar la vida de forma belicosa y agresiva. Hoy casi todo se mide  en bandos, a favor y en contra. Lo que nos une ya no son nuestras crencias sino los enemigos comunes. “Nos amamos contra los otros” decía un conocido autor.

De acuerdo con la academia de derecho internacional humanitario de Ginebra, en Medio Oriente y Africa hoy hay activos 80 conflictos armados, en Asia 21, 7 en Europa y 6 en America Latina.

La historia nos ha enseñado que  la guerra solo deja heridas profundas y cicatrices que perduran en el tiempo y que la venganza y el odio generan ciclos destructivos.

De hecho, para encontrar buenos ejemplos de violencia desbordada, no debemos viajar hasta Gaza o Ucrania. Hoy nuestro querido México padece una ola de violencia pocas veces vista en su historia.

En un mundo donde las tensiones y los conflictos estàn cada vez màs cerca, es imperativo explorar caminos hacia la reconciliación y la paz.

Pero… ¿Qué podemos hacer nosotros, para solucionar las guerras y tragedias que engendra la violencia?  Tal vez para contestar esto haya que recurrir a uno de mis autores favoritos Kierkegaard que nos dice: "La puerta de la paz se abre hacia dentro”. La paz es una decisión personal que tú y yo podemos tomar y que empieza  en nuestra intimidad. Con un verdadero esfuerzo de empatía, comprensión y sobre todo perdón es mucho lo que puede mejorar nuestra relaciòn con los demàs.

Puede parecer un tema trillado, pero no es así. El camino hacia la paz comienza con cada uno de nosotros. La prueba de fuego para saber si eres una persona de paz no están en condenar la guerra de Gaza o de Ucrania sino en no permitir que el odio, el rencor y la venganza haga nido en tu corazón.  Para empezar habrà que revisar tus relaciones personales, esas que según Harvard son fundamentales para tu felicidad. ¿A cuantos parientes o amigos has dejado de hablarles por pensar distinto o haber hecho algo que te molestò? ¿A cuantas personas guardas rencor por haverte ofendido y has decidido no perdonarlas? Se dice fàcil, pero cuando hemos recibido golpes bajos,traiciones o agresiones de personas cercanas, la teorìa es mucho màs fàcil que la pràctica. Sin embargo,  para  lograr esa serenidad y sosiego interior que todos buscamos, hay un ingrediente bàsico para conseguirlo.  Se llama perdòn.

Esto no quiere decir que seamos unos dejados o tibios, simplemente que elijamos la comprensiòn y el perdòn para reaccionar ante los avatares propios de la vida. Y por supuesto elegir nuestras batallas, ya que cuando se trate de defender nuestras posturas genuinas,  en temas importantes, hacerlo con todo el vigor y energía necesaria, pero sin personalizar los conflictos queriendo aplastar al que piensa distinto. Fomentar la capacidad de escucha y empatìa es la clave para lograr la comprensiòn del punto de vista del otro, aunque no coincida con el nuestro. 

Cierro un ìcono de la Paz como lo es  Mandela, que nos recuerda que “La paz es para los valientes, porque solamente los valientes pueden perdonar”.  Sin perdòn sincero, dudo mucho que se logre la paz en el mundo que todos deseamos. Te invito a emprender la batalla para lograr la paz en tu entorno  desde la òptica del perdòn. Te aseguro que si bien no vas a solucionar las guerras ni la violencia en el mundo, puede ser el primer paso en la conquista de tu paz interior.  Que en mi opiniòn es LA  batalla. Sin Paz interior, aunque tengas todo,  no tienes nada.




 

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