Ignorando la realidad


 
Hugo Cuesta
Marzo 2023



Hemos hablado anteriormente sobre la importancia de descubrir nuestra misión personal y diseñar un proyecto de vida; es decir, un mapa estratégico que nos permita llegar a vivir nuestro propósito.
 
Es necesario, sin embargo, considerar el riesgo del relativismo o el alejamiento de nuestra realidad; es decir, convertirnos meramente en soñadores, o construir castillos en el aire, pensando que el futuro depende solamente de lo que imaginemos o de nuestras ocurrencias del momento.

 
De hecho, cualquier iniciativa genuina y seria por descubrir nuestra misión, debe estar precedida por un autoanálisis que nos lleve a conocernos y aceptarnos como realmente somos. De otra forma será imposible identificar nuestras pasiones, talentos, virtudes y defectos. Esto para vernos como realmente somos; no como los demás creen que somos. Ese autoconocimiento sin caretas, siendo brutalmente honestos con nosotros mismos, es un paso previo indispensable al empezar la búsqueda de tu misión.
 

Para construir cualquier cosa hay que partir de la realidad. Poco duraría un edificio que se hiciera sin un buen análisis de suelos, o ignorando el hecho de estar junto a un rio. Antes de poner yesos y férulas, un buen doctor revisará las placas de rayos X para ver dónde están y qué tan graves son las fracturas. De otra forma, causará más daño que alivio. Aquí no hay mentira piadosa que valga: es preciso encarar la realidad tal cual es, para aspirar a transformarla y a partir de ahí poder transformarnos. 


                                        


Si bien no tiene nada de malo soñar (al contrario, los sueños son un ingrediente fundamental de tu misión porque revelan dónde están tus ilusiones), éstos siempre deben tener no uno, sino los dos pies en la tierra para evitar que, al estar soñando en las nubes, perdamos contacto con la realidad, que es un aliado indispensable durante el proceso para elaborar un proyecto de vida sólido. Un plan de vida que niega la realidad… no puede ser un buen plan.

 
Te recomiendo hacer una radiografía de tu vida para poder, después, construir sobre ella. La realidad es como es y desear que las cosas fueran diferentes, en el mejor de los casos, una pérdida de tiempo. Ignorar la realidad es una receta segura para la insatisfacción permanente.


Para este ejercicio solo requieres la valentía de enfrentar tu realidad tal cual es. Y si puedes contrastar tu percepción con los demás con la consigna de que sean brutalmente honestos contigo, esto te puede ser de mucha utilidad. O mejor aún, detenerte a observar desapasionadamente los acontecimientos de tu vida. Estoy convencido que esos acontecimientos son un buen norte para descubrir en ellos la voluntad de Dios, que es un ingrediente fundamental en este proceso.


Tu decides si los escuchas o no pero solamente desde la plataforma sólida de la realidad, podrás lanzarte a construir un proyecto en el que valga la pena jugarse la vida.











Para conocer el video completo visita el siguiente link: https://youtu.be/UqgsHN27NIs

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